Hay que entender que el perro y el hombre vivimos en una relación simbiótica inigualable, respaldada por la historia, sienten expresando sus emociones con honestidad, no conspiran a nuestras espaldas, ni actuan por despecho. El vínculo que este nos ofrece es difícil encontrarlo entre las personas, cualquier tratamiento ante una agresividad debe de tener dos ejes fundamentales una relación segura y un beneficio mutuo. Algunas veces nuestras relaciones se encuentran bajo presión, un comportamiento anómalo (tendencia agresiva) tanto del dueño como del perro lleva al deterioro del vínculo y suelen incluir un factor: el miedo.
El único camino que existe para resolver dichos problemas es restablecer la conexión emocional (vinculo) nos ayudará a resolver esta crisis, gran parte de la agresividad se basa en aversión, ¿pero a dónde nos llevará una terapia con métodos aversivos? La respuesta es a ninguna parte, a distanciarnos. No podemos responder al odio con más odio, ni a las discusiones con nuestros seres más cercanos con agresiones, ¿qué solemos tender hacer?poner de nuestro al lado dar un paso en positivo, esta es la clave.No es solución ni recomendable coger un palo para enfrentarte a él, ni llevarlo al veterinario para eutanasiarlo cuando no has valorado ni otros métodos o al menos a ver hablado con un especialista.Si nos ponemos a pensar desde la perspectiva del perro si sintiera que tiene elección el elegiria un comportamiento pro-social antes que antisocial, aveces lo que ocurre es que no considera seguro comportarse asi, por eso elige el camino rápido la llamamos agresividad aprendida por que a tu perro le funciona (mantiene el estímulo temido alejado).Bien! en algunos casos la culpabilidad del propietario puede que también influya, aunque sea inútil porque no ayuda a restablecer la unión ente perro - dueño. Intentaremos siempre llevar una relación estrecha esa será la semilla que de luz ante los problemas .
