01 abril 2012

EL SINDROME DE LA INDEFENSIÓN APRENDIDA.



Queremos hacer entender este problema en perros, haciéndote participe de la indefensión aprendida en el pellejo de un adolescente.
Para el perro, una de sus principales respuestas aprendidas es la de evitación o escape ya que si en una experiencia anterior salió claramente perjudicado en el futuro intentará evitarla. Es un signo claro de supervivencia, siendo su principal enemigo el castigo crónico. En esta situación, aparece un repuesta en el perro, llamada indefensión aprendida. En cualquier caso, el perro intentará proteger siempre su integridad física.

La indefensión es un síndrome definido como un proceso involutivo del aprendizaje. El perro se rinde frente a la realidad, superado ante la invasión de un estímulo que para él resulta impredecible, al no poder  escapar ni anticiparse, a pesar de intentar gestionar la situación con todo un abanico de respuestas posibles, aunque sin éxito. Este problema puede destruir emocionalmente a cualquier perro, no solo los que pueden acusar un determinado estrés debido a su función perros de trabajo, competición, deporte, sino también a  nuestro compañero del hogar.
La indefensión tiene varios síntomas evidentes:
  •  Déficit en la motivación. Todas esas respuestas que el animal produce por iniciativa propia son desmontadas por el entorno y el animal las emitirá en menor cantidad.
  •   Déficit  de cognición. Una respuesta que no funciona no es favorable para el perro, este será incapaz de aprender algo para el futuro puesto que en el pasado no obtuvo resultados.
  • Desequilibrio emocional. La situación de estrés , miedo, ansiedad y depresión invade al animal dejando su huella dependiendo de su sensibilidad.
La ansiedad crónica, el estrés sin descanso y el miedo experimentado son factores que influyen directamente en la capacidad de aprendizaje futura . Aparte los problemas físicos pueden agravarse, el animal puede desarrollar alteraciones en los niveles de cortisol y neurotransmisores, úlceras,  puede estar más de expuestos a padecer cierto tipo de cánceres.

La indefensión tiene un efecto devastador  para la inteligencia del perro ya que su capacidad cognitiva queda fuertemente alterada. El resultado: perros inseguros, con déficit en su capacidad de resolver problemas o aprender otras nuevas tareas, y en su motivación, llevando al animal a un estado de depresión crónica difícil de superar.